No solamente es una cuestión estética. Si no que entre los diferentes gadgets que componen el mundo del vino, la copa es uno de los esenciales porque afecta directamente a su sabor.

Las copas para vino deben ser de calidad y con formas específicas, pues gracias a ello, se potencia tanto el sabor a fruta, como la acidez o bien que ayuda a equilibrar todos estos sabores. Hay estudios que confirman esto, como el del Instituto de Biomateriales y Bioingeniería de la Universidad Médica y Dental de Tokio, que expuso que la forma en que se evapora el etanol depende de la estructura de la copa.

En este estudio, según informa el medio CNN, el color rojo que detectó la cámara olfativa muestra grandes concentraciones de etanol evaporándose en diferentes copas con vino a 13 grados Celsius. En una parte del estudio se analizaron tres copas de vino: una copa de vino estándar, un vaso recto y una copa para martini. Aunque se sirvió la misma cantidad de vino en las tres copas y se examinaron a 13 grados Celsius, las imágenes revelaron que en el borde de la copa de vino se creaba un patrón de vapor en forma de aro. Ello permite que se aprecie el vino sin que interfiera el olor del etanol.

A la vez, en las catas de vino también se habla no solamente de la forma de la copa sino también de la limpieza de estas. Si tiene restos de detergentes o huele a plástico, entonces va a condicionar, también, el sabor de un buen vino.

Es más, depende también de la capacidad, del volumen o de la abertura de la copa de vino para potenciar más o menos unos aromas y matices distintos. Pero los entendidos comentan que en las catas de vino todo depende, también, de los factores subjetivos de cada persona y la temperatura y cambios que reciba el vino en cada momento.

 

Via: Uvinum