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“No me gusta mi cuello” de Nora Ephron y Valtravieso Crianza
En este otoño de libros y vinos, elegimos un clásico contemporáneo, que es una lectura ágil y mordaz, para Valtravieso Crianza: un vino elegante, profundo y largo.
El primer sorbo de Valtravieso Crianza 2020 es fresco, tenso y con un final largo sobre tanino aromático, que contrarresta la ligereza narrativa de Ephron, quien aborda una infinidad de lugares comunes con ese humor que la caracteriza.
Aún paladeando los últimos rescoldos de un caluroso verano, nos adentramos poco a poco en un otoño que llega sigiloso y, como siempre, sin avisar. El ingenio de Nora Ephron en “No me gusta mi cuello”, editado por Libros del Asteroide, es el acompañante perfecto para dulcificar esta transición llena de retos que nos imponen ambas estaciones en esta época del año. Una se va, otra llega. Días más cortos y noches más frescas, reencontrarnos con la rutina y volver a pasar más tiempo en casa después de unos agitados meses estivales repletos de vida social. Pero, como no hay maridaje sin un buen vino, en esta ocasión elegimos Valtravieso Crianza: serio, con cuerpo y carácter mineral. El primer sorbo de Valtravieso Crianza 2020 es fresco, tenso y con un final largo sobre tanino aromático, que contrarresta la ligereza narrativa de Ephron, quien aborda una infinidad de lugares comunes con ese humor que la caracteriza. En esta obra, la autora neoyorkina plasma su particular manera de ver el mundo con una narración en primera persona que empatiza rápidamente con el lector.
Volvemos a nuestra copa: el vino que tenemos frente a nosotros es de la añada 2020, que fue fresca y húmeda, con un tamaño de baya que permitió unas vinificaciones largas y suaves. Las variedades con las que está elaborado este Valtravieso Crianza son tres: Tinto Fino (84%), Merlot (10%) y Cabernet Sauvignon (6%). Este vino de ensamblaje nos recuerda a la lectura que tenemos entre manos, que es capaz de combinar con maestría las vertiginosas reflexiones de vida de Nora Ephron: su etapa como becaria en la Casa Blanca de Kennedy, sus periplos para encontrar piso en Nueva York, su experiencia como madre o el amor tras un divorcio.
En “No me gusta mi cuello”, que es toda una declaración de intenciones de la mediana edad, las historias se entrelazan con una soltura propia de la escritora, que refleja sus realidades diarias y vitales en este libro de 168 páginas que es fácil leer en tan sólo unas horas. Y más en la compañía de Valtravieso Crianza, que nos seduce ya a la vista con su color rojo picota de capa media-alta. En nariz, encontramos aromas frutales de grosella y fresa en compota con notas especiadas y torrefactos. Las similitudes son tan poéticas como evidentes, porque vino y libro tienen también un paso por boca amable, con taninos finos y bien integrados, volumen preciso y fresco gracias a su viva acidez.
Ácida e irónica, Nora Ephron inició su carrera como periodista, pero en 1975 publicó su primer libro de ensayos, “Ensalada loca”, al que le seguirían novelas tan aclamadas como “Se acabó el pastel” (1983) o esta obra que nos atañe, “No me gusta mi cuello” (2006). Su carrera como cineasta fue también exitosa: fue nominada al Oscar al Mejor Guión Original en tres ocasiones por “Silkwood”, “Cuando Harry encontró a Sally” y “Algo para recordar”, que también dirigió.
Con este hilarante libro, nos adentramos en el complejo universo de Nora Ephron, pero nos quedamos con ganas de más. Su desenfadada sabiduría nos deja frases que todos deberíamos leer todos los días: “Cualquier cosa que no te guste de tu cuerpo a los 35 años, te producirá nostalgia a los 45”. Con el último trago de nuestra primera copa, leemos el brillante capítulo en el que recopila todas esas “Cosas que me gustaría haber sabido”. Desde un “Los últimos cuatro años de psicoanálisis son dinero despilfarrado” hasta un “No vale la pena hacer la masa de la tarta casera” o un “Da buenas propinas”. ¿Lo mejor? Todavía nos queda vino.