P. Valtravieso siempre ha destacado por su respeto al origen y su carácter
innovador. ¿Cómo se traduce esa filosofía hoy en día?

R. En Valtravieso llevamos años trabajando con una idea muy clara: el vino debe
hablar del lugar del que procede, pero también del tiempo en el que se elabora.
Eso significa que no podemos entender la viticultura sin ciencia, ni la tradición sin
innovación. Nuestro trabajo en el páramo de Piñel de Arriba, a más de 900 metros de
altitud, nos exige precisión, respeto y visión a largo plazo.
Hoy, ese compromiso se refuerza con nuestra participación en el PERTE
Agroalimentario, un programa que impulsa la transformación digital y sostenible del
sector, financiado por el Ministerio de Industria y Turismo y la Unión Europea –
Next Generation EU.
P. ¿Qué significa este proyecto para una bodega como Valtravieso?
R. Es un paso adelante muy importante.
El PERTE Agroalimentario nos permite desarrollar dos proyectos de investigación e
innovación que combinan tecnología, enología y sostenibilidad.
A través de ellos, buscamos mejorar la trazabilidad, la calidad y la eficiencia en
nuestros procesos, siempre desde el respeto al páramo y a nuestra filosofía de bodega
de altura.
En definitiva, nos ayuda a avanzar hacia una viticultura más inteligente y más
consciente.
P. Hablemos del primer proyecto, el PP07. ¿En qué consiste exactamente?
R. El Proyecto Primario PP07 tiene como objetivo estudiar el nivel de riesgo
microbiológico del vino en función de parámetros bioquímicos como la acidez, el pH
o ciertos compuestos naturales.
A partir de esos datos, estamos desarrollando algoritmos predictivos que nos
permitirán detectar de forma temprana posibles alteraciones en los vinos terminados.
En otras palabras, aplicamos la inteligencia artificial al control de calidad, para
anticiparnos a cualquier desviación antes de que ocurra.
Esto no solo mejora la consistencia de los vinos, sino que también reduce desperdicios
y optimiza los recursos, lo que refuerza nuestra apuesta por una enología de
precisión y sostenible.
P. ¿Y el segundo proyecto, el PP08, ¿cómo complementa esta línea de trabajo?
R. El PP08 es quizá el más visible de cara al consumidor.
Está centrado en la aplicación de blockchain e inteligencia artificial para trazar el
viaje del vino desde la uva en el páramo hasta el momento en que llega a la copa.
Gracias a esta tecnología, cada botella de Valtravieso podrá certificar su origen,
autenticidad y sostenibilidad, ofreciendo una transparencia total.

Además, nos permite mejorar la gestión interna, conectar mejor a todos los actores
de la cadena — desde el viñedo hasta la distribución — y reforzar la confianza del
consumidor.
Es un paso hacia una bodega más conectada, abierta y transparente.
P. La palabra “sostenibilidad” aparece constantemente en vuestro discurso.
¿Cómo se integra en estos proyectos?
R. Para nosotros, la sostenibilidad no es una moda ni una etiqueta, sino una forma de
trabajar.
De hecho, siempre decimos que queremos ir más allá de la sostenibilidad: hacia la
sustentabilidad.
Es decir, buscar el equilibrio entre lo que tomamos de la tierra y lo que le devolvemos.
Ambos proyectos, PP07 y PP08, se enmarcan en el Proyecto Tractor “Actuaciones
integrales del sector agrario” del PERTE, y comparten una idea común: usar la
tecnología al servicio del origen.
Creemos que la innovación solo tiene sentido si contribuye a conservar el carácter del
páramo, a proteger la biodiversidad y a garantizar que las generaciones futuras
puedan seguir elaborando vinos en este entorno único.
P. ¿En qué medida estos avances tecnológicos cambiarán el día a día de la
bodega?

R. En muchos aspectos ya lo están haciendo.
La incorporación de herramientas digitales y de análisis nos permite tomar decisiones
más precisas y sostenibles en cada fase del proceso.
Pero, sobre todo, nos ayudan a entender mejor nuestro viñedo y a cuidar de él con
una sensibilidad nueva.
El futuro del vino pasa por la digitalización con alma: aplicar la ciencia sin perder la
emoción, la precisión sin perder la esencia.
Eso es exactamente lo que buscamos con el PERTE Agroalimentario.
P. ¿Podemos decir entonces que Valtravieso mira al futuro sin perder su
esencia?

R. Exactamente.
La innovación no es un fin, sino una herramienta para seguir siendo fieles a quienes
somos.
Gracias al apoyo del PERTE Agroalimentario y al impulso del Plan de
Recuperación, Transformación y Resiliencia, seguimos construyendo un modelo de
bodega que combina tradición, tecnología y territorio.
Queremos que cada vino Valtravieso exprese no solo la fuerza del páramo, sino
también la vocación de futuro de una bodega que cree en el poder de la ciencia, la
sostenibilidad y el origen.