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Maridaje Valtravieso: La cocina de María Franco (Puerto Rico) y Gran Valtravieso 2018
En esta ocasión, cruzamos el charco para conocer La Cocina de María Franco, cocinera dominicana ganadora de la segunda temporada de Chefs Battles, y que dirige el restaurante homónimo junto a su pareja, Juan Carlos Sanz, en Puerto Nuevo, San Juan (Puerto Rico).
En la copa, Gran Valtravieso 2018 para maridar su suculento guiso de paletilla de cordero lechal, hecho a la medida del vino y no al revés.
La Cocina de María Franco es un restaurante de cocina de mercado y uno de los sitios de moda de San Juan, en Puerto Rico. Hasta allí hemos viajado para, con la ayuda de Noemí Sande, nuestra Directora de Exportación, descubrir nuestro maridaje más viajero hasta la fecha, que nos lleva hasta tierras puertorriqueñas, donde Valtravieso Bodegas y Viñedos ha desembarcado recientemente.
Imagínate el aroma y el sabor de un guiso de paletilla de cordero lechal. Ahora, da un sorbo a Gran Valtravieso 2018, que en nariz es un vino directo, con gran finura y elegancia, con estructura y carácter mineral destacando la pura expresión de la variedad. En boca, el ataque es aterciopelado y fresco, con un paso untuoso y un final profundo y largo sobre un tanino aromático. A este sofisticado maridaje le hemos encontrado hasta la banda sonora perfecta: una de las canciones del nuevo disco del puertorriqueño Bad Bunny. Te dejamos que la elijas tú, que seguro que ya tienes tu favorita.
En el plato, encontramos una reinterpretación del cordero lechal, que María Franco creó precisamente después de beber por primera vez (y enamorarse de) Gran Valtravieso. Las tiernas paletillas de cordero lechal son guisadas lentamente con el sazón propio de la casa, ligeramente especiado, que marida a la perfección con los firmes taninos del vino. “Gran Valtravieso es un vino profundo, muy elegante y sedoso, a pesar de tener unos taninos bien firmes y presentes, pero maduros. Y la D.O. Ribera del Duero es una de las zonas que mejor maridan con la comida puertorriqueña, pero este plato necesitaba mucha delicadeza en el maridaje. Por eso este vino, procedente de viñedos de altura y suelos calizos, nos pareció el compañero perfecto, pues su frescura y vibrante acidez, así como su profundidad acompañan perfectamente a este plato. Ambos son elegantes pero con cierta potencia”, explica María Franco. La añada 2018 se caracterizó por un invierno templado, lluvioso y sin nieves, una primavera benigna, aunque con bastantes lluvias, y un verano cálido y seco con noches frescas. Fue un buen año en la Ribera del Duero con una calidad y equilibrio de uva perfecta para elaborar vinos finos, elegantes, vinos frescos y crocantes… como Gran Valtravieso.

La cocinera dominicana pero afincada en Puerto Rico reconoce que su restaurante es como la cocina de los caprichos, porque su tarea es complacer los antojos de sus comensales, muchos de ellos empresarios y empresarias de la zona. “Nuestra propuesta se basa en la cocina española pero con fusión internacional, siempre pensando en el gusto del local. Tenemos la carta, los especiales del día y los caprichos. Por ejemplo, si me llaman y me piden que prepare guinea, trataré de conseguirla para cocinarla”, nos cuenta. María Franco es cercana y acogedora, consigue generar un ambiente cálido y magnético, que siempre invita a volver. Entre sus especialidades están el arroz con conejo y caracoles, el arroz con calamares en su tinta o la fideuá. En la carta también encontrarás cochinillo lechal, cordero, ossobuco, cachetes de cerdo kurobuta, conejo asado, magret de pato, empanada gallega, cabrito o rabo de ternera, empanadillas de ropa vieja, sepia o gambas al ajillo, cóctel de camarones o calamares fritos. Su carta, larga y con sentido, es una oda a la cocina española, con platos icónicos como el cocido madrileño, mucha casquería (sesos o mollejas de ternera) y guiños internacionales, así como a la cocina local: arroz con habichuelas, papas majadas o arroz mamposteao de habichuelas blancas. La Cocina de María Franco es un verdadero viaje, vengas de donde vengas.