El verano va llegando a su fin, pero aún nos quedan por paladear algunos planes vespertinos propios del estío. Nosotros te proponemos uno de nuestros favoritos, que, como siempre, marida cultura y enología: la lectura de “La seducción” de Sara Torres, editado por Reservoir Books, mientras disfrutamos de una copa de Las Mamblas de Valtravieso, un vino tinto que refleja el carácter de Arlanza, nacido en Covarrubias (Burgos). Hacen buena pareja, porque tanto el libro como el vino elegidos son elegantes, honestos, frescos y directos.

Las Mamblas es la mejor expresión del tempranillo ancestral en su límite norte de cultivo junto con otras variedades como la garnacha, el bobal o la mencía, todas de viñas viejas. Por su parte, la novela de Sara Torres nos seduce con su relato sobre el deseo, la intimidad, la fantasía, la convivencia o el rechazo a través de la historia de una joven fotógrafa que pasa unos días en la casa de una escritora en una masía de la costa catalana para fotografiar su proceso creativo. 

“Para mí, la historia del deseo es fundamentalmente la historia del fracaso, todo lo que quise y no pudo ser, todas las veces que temblé en la distancia entre yo misma y aquello que amo”. Así comienza Sara Torres su último libro, que nos sirve para adentrarnos en un universo delicado y muy femenino, donde la sutileza y la sensibilidad están a flor de piel. La belleza que hay en la complicidad, la estética, la ansiedad, la pasión y el anhelo se entremezclan en las páginas de “La seducción”, con la que la escritora asturiana nos agita la emoción y la reflexión con una naturalidad que desarma. Un sorbo de Las Mamblas nos devuelve al mundo real, a ese que podemos tocar, oler y saborear. A la vista, es de un color rojo picota con destellos violáceos. En nariz, salen frutos rojos en sazón y fruta negra fresca con matices de notas herbáceas balsámicas y ligeras notas especiadas. Ya en boca, amplio y fresco, aterciopelado pero fluido y con un final aromático y largo.

La narración de Torres, ágil y adictiva, hace que devoremos las páginas de “La seducción” al mismo tiempo que nuestra copa se va vaciando. Un maridaje seductor y envolvente que nos atrapa durante unas cuantas horas de lectura y disfrute.